Olivia se gana los corazones y las mentes de su público
Por Ken Paulson, redactor
Para un refugiado de los conciertos de rock marginales, el concierto de Olivia Newton-John del domingo por la noche en el Assembly Hall fue una experiencia esclarecedora.
Todo lo que sale mal en los conciertos de rock salió absolutamente bien en esta extravagancia común y corriente. El sistema de audio fue extraordinario, sufriendo solo un breve espasmo de retroalimentación en una noche de sonido por lo demás impecable.
La iluminación estaba hecha con buen gusto, muy lejos de los haces dobles que caracterizan la mayoría de los espectáculos. Y lo mejor de todo, el intervalo entre sets era de unos breves 15 minutos, con un mínimo de alteraciones del equipo que consumían mucho tiempo.
En resumen, fue el tipo de espectáculo que atrae a las masas de oyentes fáciles de escuchar, mimadas por la comodidad y la consistencia del televisor a color en su sala de estar. Esperaban la calidad profesional sin los comerciales y Newton-John la entregó
La voz de Newton-John, no podría haber sido más impresionante. Sus canciones no eran particularmente desafiantes, pero presentó versiones perfectas de todos sus éxitos.
Recibió una estruendosa ovación de un auditorio lleno que la rodeó al estilo de "concierto en círculo" cuando comenzó con "Let Me Be There".
El público sentado detrás de ella estalló en aplausos espontáneos cuando se giró en su dirección, una señal inequívoca de que todo lo que tenía que hacer era repasar sus éxitos para complacer a este grupo.
"I Honestly Love You", "Have You Never Been Mellow" y "If You Love Me, Let Me Know" fueron las favoritas del público, lo que provocó una respuesta inmediata desde las notas iniciales
Su mayor activo era su excelente banda. El grupo en su conjunto, y la integrante del sintetizador arp en particular, recrearon con maestría sus creaciones originales del álbum.
El aspecto más molesto del concierto fue el enfoque de Newton-John al parloteo, al estilo de las Girl Scouts. "Suenas como si estuvieras de buen humor esta noche, ¿no?", preguntó en un tono que recordaba al de la maestra de jardín de infancia más empalagosa. Esta introducción al público habitual fue representativa de su enfoque durante toda la noche.
Aun así, tengo que admitir que ese tipo de presencia escénica probablemente sea lo que más complace a sus seguidores. Ella sabe que su público quiere una velada inocua y sin provocaciones, y ella se la ofrece. No los desafiará con una composición de Patti Smith ni los molestará con comentarios políticos.
Después de todo, ella es Olivia Newton-John, no Grace Slick. Simplemente es una buena mujer de negocios y el domingo por la noche hizo buenos negocios.
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